Coloca el maíz en un recipiente grande y cúbrelo con agua. Tapa con un manto de cielo o servilleta de tela delgada y deja reposar durante 3 1/2 días, sin cambiar el agua, para que se fermente.
Enjuaga muy bien el maíz fermentado con agua fría, escúrrelo y muélelo en un molino de mano o procesador de alimentos hasta que tenga consistencia de harina martajada.
Remoja el maíz molido en un recipiente con 2 litros de agua.
Coloca 5 litros de agua, canela y piloncillo en una olla grande de por lo menos 10 litros de capacidad y hierve hasta que se haya disuelto el piloncillo.
Cuela el maíz y agrégalo a la olla. Deja hervir durante 30 minutos, sin dejar de mover para que no se pegue. Apaga, deja enfriar y refrigera durante toda la noche.
Sirve con hielo, sal, jugo de limón al gusto y, si lo deseas, agrega una bola de nieve de limón.
Nota:
Se puede conservar en el refrigerador durante 3 o 4 días.