A partir de 1556 su nombre era "San Francisco de Almoloyán". En 1836 el distrito de Colima se dividió, para su administración en dos partidos, uno de los cuales fue el de Almoloyán, que se convirtió en la cabecera municipal. Por decreto el 15 de septiembre de 1860 se cambió el nombre original por el de "Villa de Álvarez", en honor del primer Gobernador Constitucional del Estado, que era originario de ese lugar.
En lo que hoy es el municipio de Villa de Álvarez, se localizan vestigios de cuatro asentamientos indígenas, que son: Almolonia, la Campaña, el Chanal y Juluapan. De acuerdo con los vestigios tanto lingüisticos como arqueológicos existentes, se concluye que los pobladores de dichos lugares son de origen náhualt como lo testifican los mismos nombres, a excepción de la campana, cuyo nombre original se desconoce. Existe la hipótesis de que en el momento en que las tribus náhuas salieron de Aztlán, lugar que algunos historiadores ubican en las costas de Nayarit, alrededor de la isla de Mezcaltitán, un pequeño grupo, en lugar de continuar con rumbo al altiplano, en busca del águila parada en un nopal devorando una serpiente, caminó por la costa, después de algún tiempo se encontró frente a los fascinantes volcanes y sus fértiles campos que los circundaban, lo que motivó que se asentaran en dichos lugares, esperando el cumplimiento de la aparición del águila legendaria. Al principio dedicaron su tiempo a la cacería, la pesca y la recolección de frutos y plantas silvestres, con lo que se alimentaban. Con el transcurso de los años, descubrieron diversos cultivos, que fueron básicos en su alimentación como el maíz, el frijol, la calabaza y el chile.
En la comunidad había tres clases de autoridades: Los sacerdotes, que atendían al culto sagrado. Los brujos (que también eran curanderos). Los ancianos (que formaban el consejo) Estas personas tenían la responsabilidad de decidir acerca de lo que tenía que hacerse en la comunidad y orientaban en los diversos problemas que se iban presentando. Se habla de la existencia de un gran señor en el territorio Colimote a la llegada de los españoles (Hernán Cortés, 3 ª Carta de Relación)A él le rendían tributo varios señoríos de la región. Este gran señor estaba al frente de la provincia del Colimotl, por lo que es de suponer que los núcleos indígenas ya mencionados, en cierta manera dependían del señor de Colimán. Los grupos indígenas tenían dos grandes preocupaciones en su vida: La guerra y el culto a las divinidades.
Entre las divinidades de la región se encuentran: Tláloc (dios de la lluvia), Huehuetéotl (dios del fuego) y Teopilzintli (dios del niño)
Las manufacturas elaboradas por los indígenas nos hablan elocuentemente de sus actividades productivas. Por lo que respecta a la cerámica, en el área de Almolonia que se localiza en la ribera del arroyo de Pereyra, muy cerca de la cabecera municipal, se han encontrado trastes, vasijas, así como figuras de piedra labradas (ranas)
En la zona de la Campana se han encontrado vasijas, piedras labradas, piedras decantadas para uso doméstico, ranas de piedra labrada, así como una figura de Tláloc, hecha de obsidiana. En el Chanal han sido encontradas, así como piedras labradas, metates y huilanches. Allí existe una extensa área, donde por la configuración que tiene, se deduce que fue el lugar dedicado al juego de pelota. En Juluapan se han encontrado grupos de guerreros hechos de figuras de barro, los cuales indican claramente actos de guerra.
Inmediatamente después de llevada a cabo la conquista de Colimán, las tierras fueron repartidas en encomiendas. De tal suerte que a Francisco Santos se le otorgaron las tierras de Almolonia y de Tlacalahuastla (hoy Minatitlán); a Bartolomé López parte de lo que hoy el Comala; a Hernando de Gamboa las de Coquimatlán, y al Conde de Terreros, terrenos de los Pastores. Todas estas tierras eran ricas, por lo que empezó a florecer tanto la agricultura como la ganadería, ya que a la vez se disponía de mano de obra al contar con el trabajo de los indígenas. El 22 de febrero de 1554, algunos frailes franciscanos, como Ángel de Valencia (guardián del convento), Honorato Franco, Jerónimo de la Cruz, entre otros, fundaron un convento al que llamaron San Francisco de Colimán y después de Almoloyán. La instalación del monasterio tenía como objetivo fundamental brindar protección y educación a los indígenas. Cerca del convento de San Francisco, en 1556, se fundó, con la autorización del Virrey don Luis de Velasco, un pueblo al cual le fue otorgado fundo legal y facultad para gobernarse por sí mismo.
En él se reunieron indígenas de varias poblaciones, principalmente de San Juan Chiapa. El pueblo así fundado, según lo ordenó Lorenzo Lebrón de Quiñones tenía los siguientes límites: Zacamachantla a espaldas del monasterio, el camino de Colima al convento y a Almolonia, el camino a Juluapan y el río Pereyra. Entre los personajes notables que vivieron en el convento de San Francisco de Colima, es digno de hacer notar la presencia del historiador Fray Antonio Tello (siglo XVII), autor de la Crónica Miscelánea, quién permaneció por tres años en dicho lugar. En el expediente 65, caja 33 ª del Archivo Municipal de Colima hay un documento de 1797 que dice entre otras cosas: corresponde a la feligresía de San Francisco de Almoloyán: Comala, Suchitlán, Zacualpan, Juluapan, Quizalapa y Coquimatlán. En 1748, Villaseñor y Sánchez, Oficial Mayor de la Contaduría de Tributos, contador General de Azoques y Cosmógrafo de la Nueva España, en su libro "Teatro Americano" hace la siguiente descripción de la Villa de Álvarez. "A medio cuarto de legua de la cabecera (Villa de Colima) está el pueblo de Almoloyán en el que hoy es un convento de San Francisco, con curas de dicha orden, que administra a su vecindario; compuesto por 60 familias de indios, 15 españoles, 22 mestizos y mulatos; es este pueblo cabecera de partido situado en la parte del norte de la Villa. El trato de este pueblo es frijol y maíz por lo estéril de su recinto".
(Documentos para la historia del Estado de Colima, siglo XVI - XIX, Col. Peña Colorada, 1979)
En 1810, el padre José Antonio Díaz, adscrito a la parroquia de San Francisco, al conocer la noticia del Grito de Dolores que proclama el levantamiento Insurgente para luchar a favor de la Independencia de México, invitó a las poblaciones vecinas a que se unieran al movimiento para acabar con la dictadura española. Se dirigió a los ayuntamientos de Comala, Zacualpan, Juluapan, Coquimatlán, Tecomán, Tamala, Ixtlahuacán y Caután para que se unieran al movimiento de Independencia. El padre Díaz a punto de ser aprehendido se trasladó a Guadalajara, donde Hidalgo le otorga el nombramiento de Consejero Proveedor General del Ejército Insurgente. Acompañó a don Miguel Hidalgo en la infortunada Batalla de Puente de Calderón. En San Francisco de Almoyán, formó un ejército con los nahuales (indígenas del lugar) para luego irse a Coalcomán. Fue él quien pronunció el discurso patriótico en el juramento de la Constitución de Apatzingan (22 de octubre de 1814), el insurgente José Sixto Verduzco le otorgó el grado de Comandante Militar de Jilotán, donde siguió al frente de la feligresía. En 1811 los habitantes de San Francisco Almoloyán encabezados por el lego Gallaga, libraron una sangrienta batalla en contra de los realistas, que a toda costa trataban de sofocar el movimiento Insurgente. El 31 de mayo de 1818, un fuerte temblor provocó una catástrofe dejando un saldo de unas 200 víctimas. El siniestro alarmó profundamente a los habitantes de San Francisco de Almoloyán, por lo que a iniciativa del cura don José Ma. Jerónimo Arzac, decidieron abandonar el lugar para establecerse en otro más apropiado y con agua abundante, desplazándose con rumbo al Rancho de los Martínez y estableciéndose en las cercanías del Arroyo de Pereira. En 1820 el Alcalde Constitucional de San Francisco de Almoloyán fue el Sr. José Ignacio Arzac. En 1824 a la concentración humana que se encontraba junto al tamplo parroquial le fue otorgado el título de Villa de Almoloyán (10 de septiembre de 1824) En 1836 el territorio de Colima, con el nombre de Distrito del Suroeste, pasó a formar parte del Estado de Michoacán, bajo el mandato de D. Melchor Ocampo. En ése año el Distrito del Suroeste, se dividió en dos partidos: el de Colima y el de Almoloyán, teniendo por cabecera este último la Villa de Almoloyán. En 1857 empezaron a celebrarse las fiestas charro - taurinas de la Villa. El 15 de septiembre de 1860, siendo gobernador don Urbano Gómez, le fue cambiado el nombre a la cabecera municipal, quedando en adelante como: Villa de Álvarez, en honor al Gral. Manuel Álvarez, primer Gobernador Constitucional del Estado de Colima. En 1867 Julio García y Filomeno Bravo hicieron frente a los imperialistas partidarios de Maximiliano de Hausburgo, logrando derrotarlos. En 1872 don Porfirio Díaz llegó de incógnito a Villa de Álvarez, procedente de Manzanillo, habiéndose hospedado en la casa del Alcalde Sr. Ignacio Cruz Centeno.
En 1875 se formó en Colima una junta de 40 vecinos, quienes se dieron a la tarea de elaborar el "proyecto sobre construcción de un ferrocarril de Manzanillo a Colima y Guadalajara". El proyecto consta de quince páginas y en él se expresan las ventajas que traería para Colima la construcción de tal ferrocarril. La directiva estuvo formada por don Ramón R. De La Vega, Agustín Schacht, Christian Flor, Jorge M. Oldenborg, Miguel Bazán, Alejandro Véjar y Antonio E. Orozco. El proyecto fue aprobado, y en 1889 se inició la construcción de la vía de Armería a Colima; el tren llegó a la capital en 1892; la inauguración oficial se llevó a cabo por don Porfirio Díaz en el año de 1908. Una vez que el ferrocarril llegó a Colima, se continuó con rumbo a Guadalajara, pero antes se construyó una vía de 28 km. que atravesó el suelo villa alvarense y cuyo propósito era obtener madera para la vía que iría de Colima a Guadalajara. Los primeros intentos por construir el ferrocarril urbano los realizó el gobernador Esteban García en 1884. El proyecto fue elaborado por el Ingeniero francés Arturo Le Haribel. En 1892 fueron instalados los primeros tranvías que iban del centro de Colima a Villa Álvarez, pasando por un lado del templo de San Francisco de Almoloyán. Inicialmente los vagones fueron tirados por mulas, pero en 1929 se les adaptó un motor. Más en 1940, dado el notable progreso automovilístico, los tranvías terminaron su función en Colima. El 5 de mayo de 1881, el Congreso del Estado ante la inconformidad planteada por el ayuntamiento de Villa de Álvarez resuelve, determinando los límites territoriales entre los ayuntamiento de Colima y Villa de Álvarez. Los límites dados por el Congreso local, difirieron muy poco de los actuales, ya que no prosperó la propuesta del ayuntamiento villalvarense.
El 4 de octubre de 1903 el Obispo don José Amador Velasco Peña, colocó la primera piedra de lo que fue llamada parroquia de Almoloyán, que a partir de 1953 es el templo parroquial de San Francisco de Asís, ubicado en la parte central de la ciudad de Villa de Álvarez, siendo encargado de la parroquia el señor cura don José Ma. Gerónimo Arzac quien a su vez fue auxiliado por varios fieles, como don Juan Centeno, quien además donó el terreno donde fue construido el templo. Desde inicios del presente siglo se conocieron los siguientes barrios de Villa de Álvarez:
San Juan (por la calle de Aquiles Serdán)
Del Sol (por la calle Eduardo Álvarez)
La Frontera (por la calle Hidalgo)
La Haciendita (frente al Casino)
Los Cerritos (por la calle Manuel Álvarez).
El primer monumento que se construyó y que se puede considerar el más importante, es el que se erigió al Gral. Manuel Álvarez, primer Gobernador Constitucional del Estado. Fue edificado por los maestros Jorge Chávez Carrillo y José Cruz Hernández Vizcaíno y develado el 26 de agosto de 1957, cumpliéndose así con un decreto gubernamental, que cien años antes se había promulgado.
El Benemérito de las Américas, Lic. Benito Juárez García, tiene dos monumentos, uno está por la Av. Enrique Corona Morfín, a un costado de la biblioteca municipal, erigido a propuesta del grupo cultural que lleva su nombre. El otro, en la plaza cívica de la Escuela Benito Juárez, turno vespertino.
En la colonia Emiliano Zapata, en su Av. Principal que cruza con la carretera de Villa de Álvarez a Minatitlán, existe un monumento al mártir del agrarismo, Gral. Emiliano Zapata.
En la escuela Niños Héroes ubicada en Av. Benito Juárez y Dr. Miguel Galindo, Col. La Gloria, existe un monumento en honor a los héroes de Chapultepec.
En el jardín principal de la ciudad Villalvarense, existe un monumento al padre de la Patria Don Miguel Hidalgo y Costilla, iniciador de nuestra gesta libertaria.
Monumento al "Padre de la Patria" Miguel Hidalgo, en el jardín principal de Villa de Álvarez, Col.
Con el reconocimiento a nuestra tradición "charro-taurinas", en la Av. Benito Juárez, cerca del casino municipal, está un toro, simboliza las fiestas más populares del occidente de la República.
En el cruce de las Avenidas María Ahumada de Gómez y Profr. Enrique Corona Morfín, en una glorieta, se localiza una estructura de la diosa del agua, precisamente, por ser el conducto, por donde viene el agua del manantial de Zacualpan, que abastece a las poblaciones de Colima y Villa de Álvarez.
En la Avenida Benito Juárez y Niños Héroes, se encuentra la estatua de la Diana Cazadora, la cual es una réplica de la que existe en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, D.F.; fue donada por el Lic. Miguel de la Madrid Hurtado, expresidente de México, de origen colimense.
En la colonia Manuel M. Diéguez por la avenida que lleva su nombre, está un monumento del señor Ramón Serrano, líder obrero, perteneciente a la Confederación Nacional.
En la avenida María Ahumada de Gómez, al norte de la ciudad está el monumento al Lic. Luis Donaldo Colosio, en el jardín que lleva su nombre; quien fuera el abanderado del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República, asesinado el 23 de marzo de 1994.
Existe otro monumento, en honor del estimado maestro Miguel Virgen Morfín, en la escuela secundaria que lleva su nombre y que se ubica por la calle Hidalgo de la ciudad, quien fuera forjador de muchas generaciones de villalvarenses, habiendo laborado más de cincuenta años en el magisterio y fuera de la citada secundaria.
Otros monumentos, son el busto del marino colimense Enrique Andrade, muerto en la Segunda Guerra Mundial, se encuentra en la Escuela Primaria que lleva su nombre.
Busto del profesor J. Jesús Preciado, que fue develado el mes de junio de 1999 en la escuela que lleva su nombre en esta ciudad.
Existen importantes placas y alusiones, como es el inicio de la ciudad de Villa de Álvarez, división con la conurbada capital del estado, localizadas en la Av. Manuel Álvarez y Maclovio Herrera, otra, en la Av. Tecnológico al norte de la ciudad.
Otra placa en el edificio de la Presidencia Municipal, muro que da al norte, es conmemorativa cuando el pueblo elevó su categoría a ciudad, el 28 de junio de 1991.
En el kiosko del jardín Independencia hay una placa conmemorativa a la Independencia de México; otra más, en el portal oriente en alusión a Hidalgo; en el portal poniente una en homenaje a Morelos y, en el del sur otra dedicada a Josefa Ortíz de Domínguez.
A espalda del templo principal, donde existió el primer seminario regional, una placa en memoria, de ese edificio.
Plaza principal de Villa de Álvarez.
Monumento Taurino.
Existen las reconstruidas pirámides de Campana, motivo de visita de grupos nacionales y extranjeros, por la antigüedad que representa en su estilo, se localizan por la avenida Tecnológico de Colima.
Mural que representa las Leyes de Reforma, de Jorge Chávez Carrillo, ubicado en el Salón Presidentes en el edificio de la Presidencia Municipal
Las más populares del Municipio de Villa Álvarez son: Las charro-taurinas conocidas como las "Fiestas de la Villa", se celebran a partir del 5 de febrero (en Villa de Almoloyán se iniciaron en 1857) La plaza de toros no siempre estuvo en el mismo lugar; en 1855 se colocó por el rumbo de la Armería, a esta festividad asistió el Gral. Manuel Álvarez con la investidura de Jefe Político del Territorio de Colima, acompañado por el general Lázaro Cárdenas, uno de los grandes impulsores de estas fiestas La primera plaza de toros de Villa Álvarez estuvo donde hoy se ubica el jardín principal. Hacia los años 30, los terrenos de la plaza de toros se encontraban, en el lugar donde está la escuela primaria Enrique Andrade; la plaza era pequeña, pero tenía una doble platea. En 1943, la señora Isabel Toscano Vda. de Rodríguez, donó unos terrenos que estaban en la parte norte que conducía a Minatitlán, frente a los corrales de la "Haciendita". El día 21 de febrero de ese mismo año, se celebró la primera corrida formal de "la petatera". El cartel estuvo formado por: Luciano Contreras, de Cd. Guzmán; el maestro Fermín Rivera y Samuel Chávez "El Palmero", llevando como sobresaliente a Jesús Guido "La Chuza de San Luis Potosí". Como picadores estuvieron José Amozola, Raúl Danda, Lorenzo Delgadillo y Bruno Becerra. Los banderilleros fueron: Jesús Meléndez, Agustín Salgado "El Muelón", Ramón Rosales "El Pescador" y José Naranjo. Actualmente las fiestas charro-taurinas se inician frente al palacio de Gobierno del Estado con una cabalgata muy numerosa seguido de carros que salen a las 8 de la noche y se disuelven al llegar a palacio municipal de Villa Álvarez. Los demás días el punto de partida es el mismo, pero la salida es a las 12 del día.
Las fiestas de San Francisco, se celebran el 4 de octubre con misas solemnes y repiques de campana. A la salida del templo se presentan danzas típicas y se venden una gran variedad de antojitos regionales: (empanadas, sopitos, entre otros). Las fiestas en honor a la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre. Muy parecidas a las fiestas de San Francisco. La fiesta de la Independencia, el 16 de septiembre. Participan las instituciones educativas y los órganos de gobierno.
"La Piedra de Juluapan", Que habla de un rey Colimote llamado IX, el cual fue visitado por un mandarín chino, quien le sugirió que aquella piedra colosal podría ser convertida en una tumba donde podría ser sepultado con sus valiosos tesoros. Ambos hicieron intercambios de regalos y fomentaron su amistad a través de las visitas del mandarín chino a las tierras de IX.
Villa de Álvarez es un municipio en el que se practica la charrería, fomentándose mediante corridas de toros; son tradicionales los jaripeos en los "recibimientos", "el toro de once", las cabalgatas y los mojigangos.
Mural que representa las Leyes de Reforma, de Jorge Chávez Carrillo, ubicado en el Salón Presidentes en el edificio de la Presidencia Municipal
Mariachi, banda, tríos, grupos de música variada.
Equipales estilo tambor, reproducciones de piezas arqueológicas colimenses, muebles de madera, sombreros de palma tejidos a mano, equipales con respaldo.
La ciudad de Villa de Álvarez, por sus antojitos regionales, especialmente los sopitos.
El balneario "Agua Fría", un lugar atractivo para los días de campo.
Picachos: Por su río San Palmar, propio para paseos ribereños.
Juluapan: Porque permite admirar la monumental roca del lugar.
El Jardín del Arte "Juan Arrúe", se encuentra en la cabecera municipal, fundado en 1970 por el Profesor Heredia.
La Ex-hacienda de "El Carmen", fue propiedad del Gobernador Enrique O. de la Madrid, donde existen muchas antigüedades incluyendo una hermosa capilla. Actualmente el inmueble fue remodelado en su estructura original y se usa para eventos sociales.
"La Campana", centro ceremonial, reconstruído en su originalidad por el INAH, pirámide importante de la región. Zona arqueológica localizada cerca de la cabecera municipal del Mixcoate.
La "Laguna de los Pastores" al norte del municipio, es un sitio de gran atracción turística.
Estado | Colima |
Cabecera | Villa de Ãlvarez |
Población | 119 956 hab. |
Gentilicio | Villalvarense |
Municipios de Colima | |
Superficie | 288 km2 |
Información proporcionada por el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED) |