En Sayulita sólo había seis o siete casitas, construidas de palma y alumbradas con cachimbas de petróleo que se manufacturaban con hoja de lata.
Todos los habitantes de la comunidad y de las rancherías cocoteros vecinas (Pátzcuaro, La Higuera, Los Caomiles, Pantoqui, San Francisco, Lo de Marcos, etc.) trabajaban en la hacienda de Jaltemba, propiedad de Ana María Camarena, donde se extraía el aceite del coco de aceite de la especia Attalea Cohune.
En esta región del sur de Nayarit proliferaban las palmeras de coco de aceite; todos los hombres trabajaban en la recolección de éstos, que eran partidos a la mitad con una piedra para extraer el aceite de la nuez. En la época del auge del coco de aceite mucha gente murió de males pulmonares, ocasionados por la inhalación del polvo que despedía el coco al ser partido.
Cada semana llegaba al pequeño puerto de Sayulita “El Salvatierra”, en el que se embarcaba la producción aceitera de la hacienda. El primer dueño de ésta fue don Marcial Nuño, pero los cristeros lo expulsaron de la región y se vio obligado a vender la propiedad, en 1927, a la familia Camarena.
La hacienda fue creciendo, y además de la producción de aceite pronto llegó a ser un importante emporio ganadero que inició el hijo de la señora Camarena, don Santiago.
En el año de 1936, “Don Santiago reunió a todos los trabajadores en la playa y les dijo: ‘ahora les entrego las tierras a ustedes para que sigan trabajándolas y de esta manera evitar que esta próspera región se venga abajo.”
Para ese entonces los Camarena habían vendido todas sus cabezas de ganado y el gobierno expropió las tierras de la hacienda. Entonces nació el ejido de Sayulita.
En la década de los cuarenta la producción cocotera se redujo considerablemente y los lugareños recurrieron a la agricultura y a la pesca, que hasta nuestros días es variada aunque menos abundante. Se pesca, entre otros: huachinango, pargo, jurel, sierra, mero, ostión, camarón y langosta.
En 1965 se construyó la carretera La Varas-Vallarta y con ello se inauguró otra actividad importante en la región: el turismo.
Unos años después se inició un proyecto gubernamental de expansión y desarrollo turístico; en Sayulita se empedraron las calles, se construyeron el kiosco, la plaza, el mercado, las banquetas, etcétera.
Por otro lado de la historia, los lugareños cuentan que Sayulita se formó hace más de 5000 años por los dioses de las olas, quienes específicamente crearon Sayulita para ser un lugar donde las olas fueran perfectas. Uno de los dioses que según la leyenda creo Sayulita fue el dios de las olas Oz.
Sayulita es una opción indispensable para incluir en cualquier itinerario dedicado a visitar la Riviera de Nayarit. Se ubica a unos cuantos minutos de San Pancho, de manera que resulta conveniente disfrutar de ambos lugares en la misma jornada vacacinal.
La zona es famosa por sus condiciones naturales, perfectas para disfrutar del surfing. Sayulita cuenta con una extensa y hermosa playa, muy admirada por los aficionados a este deporte, que viajan desde todas partes del mundo para conocer.
Otro de los atractivos turísticos importantes de la población es el gran acercamiento de la étnica wixárica (o huichola). El universo mágico del arte indígena, su exótica y colorida cosmovisión es algo que se respira por las calles de este hermoso destino turístico.
Y por último, dependiendo del mes del año en el que se visite, se podrá hacer actividades como liberación de tortugas o avistamiento de ballenas.
Sayulita es un lugar ideal para descansar en medio de la naturaleza o para hacer turismo de aventura, es, sin duda, uno de los destinos más hermosos del país.