Llega la temporada de carnaval, las calles de los pueblos morelenses se convierten en el cause de un río multicolor alimentado por los atuendos de los llamados “Chinelos”. Estos singulares danzantes hacen su aparición ataviados con máscaras de madera, sombreros coronados de plumas y túnicas aterciopeladas con bordados alusivos a dioses y personajes prehispánicos. La vestimenta típica de los Chinelos es especialmente llamativa por las incrustaciones de lentejuelas y chaquira que realzan su carácter festivo.
En respuesta a este rechazo, los jóvenes indígenas comenzaron a disfrazarse cubriendo su rostro y vistiendo ropa vieja de distintos colores para imitar y hacer burla de las fiestas de carnaval organizadas por los españoles.
Con el paso del tiempo, el atuendo original del Chinelo se vio enriquecido con diversos detalles estéticos; fue así como se comenzaron a utilizar máscaras de madera alusivas a al rostro de los colonizadores españoles para intensificar la sátira indígena.
Para ejecutar la danza de los Chinelos, los danzantes colocan las manos en el pecho y dan saltos al ritmo de una banda de música que acompaña su desfile por las calles.
Según datos históricos, el peculiar brinco que realizan los bailarines es una remembranza de los saltos de alegría de la tribu prehispánica tlahuica cuando halló su tierra prometida después de un largo peregrinaje.
En algunas lugares de la Ciudad de México, sobre todo en los barrios que son parte de los llamados “pueblos originarios” de la capital, la tradición de los Chinelos se ha extendido dando lugar a la formación de grupos de danzantes que, además de participar en la celebración del Carnaval, también lo hacen en las fiestas patronales en honor a algún santo o imagen religiosa.
Tal es el caso de Culhuacán, un barrio ubicado en la parte oriente de la Ciudad de México cuya historia y riqueza cultural lo ha colocado en el corredor turístico “Barrios Mágicos” . En este lugar, los Chinelos son partícipes de la festividad de la Santísima Trinidad, en la que también se venera al Señor del Calvario entre los meses de junio y julio, según la programación del calendario litúrgico.
Más al sur de la capital, en la delegación Milpa Alta, las comparsas de Chinelos también se hacen presentes en las distintas festividades de los pueblos que conforman la región.
La temporada típica en la que hacen su aparición los Chinelos es previo a la Cuaresma, durante los desfiles carnavalescos que se realizan en los pueblos de Yautepec, Oaxtepec, Oacalco, Cualtlixco, Jojutla, Totolapan y Tepoztlán, todos ubicados en el estado de Morelos, muy cercanos a la Ciudad de México y a la ciudad de Cuernavaca.