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Sótano de las Golondrinas, San Luis Potosí

Abismo Natural de la Huasteca Potosina

golondrinas

Ubicación

Se encuentra en el municipio de Tancahuitz. Para llegar, desde Ciudad Valles se toma la carretera 85 hacia el sur y en el km 50 se encuentra a la derecha el pueblo de Aquismón, desde donde se toma un camino de terracería de 12 km que lleva al lugar. Se recomienda realizar el recorrido en las camionetas que se rentan para ese fin, ya que no cualquier automóvil puede realizarlo.

Toponimia

Su nombre proviene de la gran cantidad de aves, principalmente vencejos y pericos, que se encuentran en él.

Descripción

Se trata de uno de los abismos más grandes e impresionantes del mundo, con 512 m de profundidad, 60 de diámetro y 370 de caída vertical. Es todo un espectáculo ver a las aves volando en las profundidades del abismo; a las 6 de la mañana, las aves que habitan el sótano salen por miles en forma de espiral y al atardecer regresan a su singular guarida. Se puede practicar la espeleología y el rappel, aunque es recomendable sólo para expertos y acompañados por un guía. En los alrededores se pueden visitar algunas cuevas y cascadas.

Sótano de las Golondrinas (Xol Oclif en lengua Tenék), se exploró por primera vez en 1966 por T. R. Evans Charles Borland y Ronald Stearns de la Association for mexican CVE studies (AMCS) y de la Frederik Troglophyllic Association (FTA); en 1967 se concluyó la exploración por un equipo integrado por T. R. Evans, Jon Morse, Sid West, Bob Hugill, Bill Cuddington,  Jhon y Sandy Cole, Dan Hale, Squire Lewis, Nancy Walters y Hill Deane.

sotano

El Primer mexicano en descender el Sótano de las Golondrinas fue Lorenzo García Gallardo en 1974, y la primera mexicana Isabel Vivian en 1978 por parte de la UNAM.

Formación

La hipótesis más aceptada es la de su formación a partir de la fractura de la roca del área, la disolución y erosión del agua opero sobre una gran fractura vertical formando un inmenso salón cuyo piso se encontraba aproximadamente a 500 m debajo de la superficie, la sala creció por el colapsamiento de paredes y techo, hasta adquirir grandes dimensiones llegado el momento en que el techo de este salón se volvió inestable, hasta un punto, que su superficie fue fisurada y por la acción de la gravedad sobrevino el derrumbe quedando el piso original cubierto con los bloques del desprendimiento. 

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